Marcelino García Toral confirma, entre lágrimas, su marcha del Racing pese a no tener un equipo al que entrenar El técnico asegura que la extraordinaria muestra de reconocimiento dada por la afición le hizo sopesar la decisión.
«Lo único que quiero decir es que no soy un desagradecido». Entre lágrimas, Marcelino García Toral, el hombre que ha llevado al Racing a la Copa de la UEFA por vez primera en sus 95 años de historia, confirmaba ayer públicamente su marcha del equipo tras cumplir el año de contrato firmado. Una decisión adoptada ya en el mes de marzo, conocida por todo el mundo en Cantabria en las últimas horas, pero que las numerosas y extraordinarias muestras de reconocimiento que ha recibido el técnico asturiano en los últimos días han estado muy cerca de variar. El propio Marcelino reconoció ayer que minutos antes de comunicar su marcha al presidente del club, Francisco Pernía, valoró con su segundo entrenador, Rubén Uría, la posibilidad de reconsiderar su adiós al Racing. Finalmente, la decisión, «adoptada desde la paz, la estabilidad y con la cabeza fría» se impuso a lo que le pedía el corazón.Ahora bien, ¿cuáles son los motivos que han llevado a Marcelino García Toral a rechazar la oferta de renovación que le ha planteado el Racing y a pesar de que a fecha de hoy no cuenta con propuestas para entrenar en España?Principalmente tres. Primero, su aspiración profesional a dirigir a un equipo de los considerados grandes. Segundo, la dificultad que entraña superar la próxima temporada los registros logrados con el Racing y el riesgo que ello supone en un mundo tan cambiante como es el fútbol. Y, tercero, evitar que los aficionados pudieran pensar que había considerado al Racing como plato de segunda mesa tras fracasar las negociaciones con otros clubes.Al menos, así se desprende de los argumentos que utilizó ayer en la sala de prensa de El Sardinero cuando fue cuestionado por las razones que le han llevado a rechazar la propuesta del Racing, basada en un contrato de larga duración y plenos poderes para actuar en la parcela deportiva del equipo. «Los objetivos conseguidos son superiores a los previstos -explicó el todavía entrenador del Racing- y una segunda temporada consecutiva podría suponer la pérdida del encanto». «Es difícil superar esto», añadió en referencia a la histórica clasificación que para la Copa de la UEFA ha logrado el técnico, al tiempo que no dudaba en reconocer que en su decisión «hay una parte de miedo importante». Decisión firmeMarcelino explicó a los medios de comunicación que tras celebrar la reunión con Francisco Pernía «hemos mantenido nuestra decisión de no continuar en el Racing porque queríamos buscar la posibilidad de entrenar a un equipo de los denominados grandes en la liga española. Esa era nuestra idea como cuerpo técnico y así se la expusimos al presidente, aunque consideramos que lo más positivo para el Racing era no hacerla pública por el bien del club. Los intereses de Santander, Cantabria y el Racing están por encima de las personas que ocupamos determinados cargos. No lo comunicamos porque pensamos que era lo mejor para el club».«Cuando se toma una decisión -insistió- hay que aceptar y asumir las consecuencias positivas y negativas que conlleva. Además, alguien podía pensar que habíamos considerado al Racing como plato de segunda mesa y quiero decir que no soy un desagradecido».El entrenador asturiano aprovechó la comparecencia para volver a agradecer la colaboración que ha encontrado por parte del consejo de administración del club, de sus compañeros de trabajo, de los futbolistas -«se me ha considerado injustamente la piedra angular del éxito y no es así»- y de la afición. «Los últimos días han sido alegres... y duros. Lo que tengo claro es que no soy un desagradecido y que tengo, para el Racing, mis mejores deseos tanto para el presente como para el futuro».El futuroQuizá, lo que más ha sorprendido de la decisión de Marcelino es el hecho de que deja el Racing a pesar de no contar con una oferta para entrenar. «Ahora mismo no hay nada hablado ni avanzado con ningún equipo», dijo. «A día de hoy, lo más probable es que no entrene, pero puede llegar una propuesta que sea completamente de mi agrado deportiva y económicamente. Ahora mismo esto no es así», añadió. «¿Dónde me voy a ir?» se le preguntó. «A mi casa», respondió. La emoción no atenazó sólo ayer a Marcelino, sino que también hizo mella en el presidente de la entidad, Francisco Pernía en el momento de dar a conocer el adiós del técnico asturiano. «Marcelino es una gran persona y un gran profesional», dijo Pernía con la voz entrecortada. «Siempre tendrá las puertas abiertas del Racing y de todos los cántabros».
(Fuente: Diario El Montañes de Cantabria y Santander)
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